Manos

Mis manos estaban rotas, ajadas,
parecían las manos de una mujer
que las ha entregado al fuego,
a la cueva de un oso hambriento
a sabiendas de que las perdería,
pero invocando
el milagro del amor
de rodillas fuera de la madriguera.


...


Y hoy parece que la piel
se regenera, mis dedos
se enderezan, tiemblan de nuevo, 
aletean 
por las negras de las dudas 
y se posan finalmente
en las blancas
sostenidas por tu bondad.

3 comentarios:

  1. Precioso poema... una vez más. Gracias por tus poemas, María.

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  2. Nada como unas manos para transmitir el calor...Nada como la bondad,para acabar con las dudas...Y nada como tus manos,Begoña,para escribir un bellísimo poéma ...Gracias 🌷

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    1. Cuando dudo de todo, te miro y se me pasa... esas, tus manos, para transmitir calor, para regenerar.
      A veces me parece que no entiendo nada, pero agitas tu varita y me recolocas!!!😍

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