Tendría que haber sido suficiente: 

el aire que se colaba bajo tus manos, 

la flor púrpura en medio del incendio, 

lo que no te dije pero escuchaste, 

la colina serpenteante de tu deseo 

que pude llegar a entender,

la intrusión de mis pensamientos 

que ninguna sustancia química 

pudo apaciguar salvo tu voz: 

la compulsión y el remedio.

4 comentarios:

  1. Maravilloso poema,núnca dejan de admirarse y sorprenderme,a pesar de la continuidad de la belleza...Gracias.

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    1. Lo que no deja de sorprenderme ahí es que aún sigas ahí, tu generosidad, querida amiga

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  2. https://youtu.be/xk0O35bcIFc

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