En el deseo oblicuo
de tus versos
muerdes mis dudas
a dentelladas.
Amarte es tarea fácil,
deshacerme en tus manos
deshojarme en tu boca,
ser matriz en ti,
uno contigo.
Antes de.
Sin título
Que no nos consuman
las palabras ni estrangulen
sus tramposos hilos como aceros
que cortan la piel.
Espárcelas suaves,
indecisas pero abiertas
a tres, seis, nueve caminos...
Prolonga el deseo
más allá del deseo
para que no venza
ni aniquile al amor.
las palabras ni estrangulen
sus tramposos hilos como aceros
que cortan la piel.
Espárcelas suaves,
indecisas pero abiertas
a tres, seis, nueve caminos...
Prolonga el deseo
más allá del deseo
para que no venza
ni aniquile al amor.
El doctor mente
Espero en la consulta inventando qué decir hoy:
“sí, ya cuento menos”
“sí, hoy me gusta el número de su edificio”
“no, no me fijo en las baldosas
ni en los colores que persiguen
los sueños de la gente,
ni siquiera en sus ojos anodinos
y cansados que si los fijo
me agotan y me dejan exhausta”.
“Por lo demás, no me duelen las manos
ni los dedos, con ellos acaricio
lo que quiero y me lleno de energía,
los brazos mejor también...”
ahí es cuando recuerdo no taparme con ellos
para demostrar mi actitud abierta,
“sí, el aire no me falta
y a veces me sobra en cuanto salgo de aquí
y camino por lugares no marcados."
¿Sabe usted?
Hay algo en su cara que me irrita
no sabría decirle qué, en sus modos aprendidos,
en su voz modulada, sin música,
como si dijera la lección
al profesor de primaria.
Creo que voy a decirlo: que me aburre,
que no vendré otra vez, que todos sufrimos,
que quizá usted más, que tal vez,
que quién sabe, que mucha suerte,
que le vaya bien.
“sí, ya cuento menos”
“sí, hoy me gusta el número de su edificio”
“no, no me fijo en las baldosas
ni en los colores que persiguen
los sueños de la gente,
ni siquiera en sus ojos anodinos
y cansados que si los fijo
me agotan y me dejan exhausta”.
“Por lo demás, no me duelen las manos
ni los dedos, con ellos acaricio
lo que quiero y me lleno de energía,
los brazos mejor también...”
ahí es cuando recuerdo no taparme con ellos
para demostrar mi actitud abierta,
“sí, el aire no me falta
y a veces me sobra en cuanto salgo de aquí
y camino por lugares no marcados."
¿Sabe usted?
Hay algo en su cara que me irrita
no sabría decirle qué, en sus modos aprendidos,
en su voz modulada, sin música,
como si dijera la lección
al profesor de primaria.
Creo que voy a decirlo: que me aburre,
que no vendré otra vez, que todos sufrimos,
que quizá usted más, que tal vez,
que quién sabe, que mucha suerte,
que le vaya bien.
Canción
Casi todos iban sedientos
con los brazos extendidos
pidiendo: agua, agua...
Y, aunque no podáis creerlo,
llevaban sus espaldas vencidas
por el peso de alforjas repletas
de litros y litros de agua.
También pedían cobijo
y aporreaban las aldabas
de todas las puertas
que encontraban a su paso,
algunos hasta las derribaban,
con tal de poder dormir al calor
de una chimenea,
y, aunque resulte difícil de entender,
habían dejado en varios confines
de la tierra enormes casas vacías
repletas de víveres y de calor
para nadie.
Y continuaban su viaje
enfermos bajo un manto de estrellas
que ignoraban,
pidiendo, reclamando, solicitando.
Y de pronto el camino se abría
repentinamente para algunos,
para otros terminaba,
y sólo entonces enmudecían
sus bocas reclamantes. Algunos
podían entonces sentir el sol,
admirarlo y esbozaban una triste
sonrisa.
Otros se iban con los brazos
en jarras sin haber entendido nada.
con los brazos extendidos
pidiendo: agua, agua...
Y, aunque no podáis creerlo,
llevaban sus espaldas vencidas
por el peso de alforjas repletas
de litros y litros de agua.
También pedían cobijo
y aporreaban las aldabas
de todas las puertas
que encontraban a su paso,
algunos hasta las derribaban,
con tal de poder dormir al calor
de una chimenea,
y, aunque resulte difícil de entender,
habían dejado en varios confines
de la tierra enormes casas vacías
repletas de víveres y de calor
para nadie.
Y continuaban su viaje
enfermos bajo un manto de estrellas
que ignoraban,
pidiendo, reclamando, solicitando.
Y de pronto el camino se abría
repentinamente para algunos,
para otros terminaba,
y sólo entonces enmudecían
sus bocas reclamantes. Algunos
podían entonces sentir el sol,
admirarlo y esbozaban una triste
sonrisa.
Otros se iban con los brazos
en jarras sin haber entendido nada.
Sin argumentos
Te diré que nunca estaba tan sola
como cuando necesitaba
dar argumentos,
efectos huérfanos de motivos,
bastardos nacidos sin causa aparente
a mi mirada.
En realidad no debes sentir pena:
¿ sabes?,
nunca estoy sola
aunque esté callada,
pues es entonces cuando todo suena.
Mi respiración se abre al mundo
y danza en las copas de los árboles,
en las comisuras de la tierra,
en los bordes de todos los océanos
y es, entonces, cuando siento
que un ave se posa en mi pecho
y lo abre y lo lleva a otros cielos
eternos, distintos,
sin argumentos.
como cuando necesitaba
dar argumentos,
efectos huérfanos de motivos,
bastardos nacidos sin causa aparente
a mi mirada.
En realidad no debes sentir pena:
¿ sabes?,
nunca estoy sola
aunque esté callada,
pues es entonces cuando todo suena.
Mi respiración se abre al mundo
y danza en las copas de los árboles,
en las comisuras de la tierra,
en los bordes de todos los océanos
y es, entonces, cuando siento
que un ave se posa en mi pecho
y lo abre y lo lleva a otros cielos
eternos, distintos,
sin argumentos.
Spiel ein bisschen für mich
Quise llamarme Clara
como tú,
aún siendo oscura,
Clara como tu música,
aún perdida en la niebla.
Clara,
aún cuando nadie dijese
mi nombre ni entonase
mis melodías,
quise llamarme Clara
como tú.
Fractal
Todo se repite de una menor a una mayor escala. Así, en una miniatura hay estrellas reflejadas, en las larvas del camino, en las frondas de los bosques, en la arena de la duna.
Adentrarse en la partícula más pequeña de un átomo te permite ver el universo.
Microscopio o telescopio vienen a ser lo mismo.
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