Visión

Tiene un sólo ala
sobre el esternón
en el lado izquierdo
o derecho, según lo mires.
Y dos cuencas vacías
por ojos,
por donde entra y sale
la luz.
Una sonrisa curva
sus labios.
Se apoya despreocupada
y feliz sobre la atalaya
de la embarazada, sabiendo
que es dónde descansa él.
Estuvieron juntos
hace mucho,
mucho tiempo.

Vida

Mientras
Yo me quemaba las cejas inventando pócimas para conjurar el miedo

Te me ibas yendo
Insobornable
Promiscua
Fugaz.

De sumas

Sé que sabes lo que sé, que cuando
cojo un papel para escribir la primera
palabra, tú ya lees el final.
Cuando yo resto y gravita en mí
la nostalgia, tú sumas y reniegas
de la diferencia.
Mi añoranza a lo que hubo es
tu renuncia a lo que no ha sido
y tampoco pudo ser.

Y el mono...

Y el mono se quedó moviendo los brazos,
las pelotas danzando en el aire
formando un perfecto circulo
de cuatro colores.
Pero miraba y buscaba su premio,
ansiosos los ojos,
abiertos de par en par.
Y no llegó la galleta.
Las pelotas golpean su cabeza
y caen rodando al suelo.
Y es que en esto de la vida
aunque las reglas parezcan muy claras,
alguien mueve una ficha
y todo el tablero cae.

Tú no lo sabías...

Tú no lo sabías pero hace unos años
escondí unas ramitas y hojas
bajo tu alfombra donde todas las
mañanas posabas tus pies.
Al cabo de un tiempo salieron
unos tallos entre tus dedos,
deseos minúsculos llamados a ser.
Pasaron los años y de los tallos
crecieron las ramas,
tu cuerpo se fue endureciendo
y agrietando, pero tus brazos
se multiplicaban y daban olor
a la estancia.
Poco quedaba de aquel que eras
pero gracias a eso no había
apenas apneas de bruscos sueños
interrumpidos por falta de
oxigeno.
Te habías convertido en un árbol
florido que usaba gafas de ver.

La memoria

Acordeón es la memoria,
recuerdos escondidos 
en los pliegues más hundidos, 
como un abanico de historias
apolilladas, aplastadas
que duermen el sueño 
de los justos.

Y así es como respiro: 
procurando no abrir
mucho el fuelle.