Centrifugamos sus pensamientos
a una velocidad moderada
para que en el proceso
no pierda todas sus facultades.
Es gradual el aborregamiento,
nadie lo notará:
ni sus colegas, ni su compañero de cama,
ni sus hijos, pero a la larga
usted mismo advertirá
que ya nada es igual.
Qué dicha sentirá,
qué alegría ser normal
y caminar dentro de la vereda
como otro cordero más.
Ya sabe:
Para ser feliz tómese
una de estas por la mañana
al levantarse y otra al acostarse
y puede hacer suyo el lema
de esa conocida actriz inglesa:
" ya pensaré mañana".
He soñado con parihuelas,
he soñado la palabra portando
cuerpos por senderos angostos
de madera desconchada,
las manos encallecidas,
sudorosas las piernas
a la par como remeros de
regatas sin barco, sin mar.
La medalla es una vida
en una carrera frenética
contra el tiempo.
He soñado con parihuelas
de maderas paralelas,
con las prisas, con la guerra.
Era un sueño muy real.
Con tanto afán por abrigarte
me había quedado sin manta.
Para tus pies helados
bastaban mis muslos,
mi pecho para tus gélidos dedos.
Cuando me di cuenta
de que otras vísceras tuyas
eran inmunes a mi abrigo,
empecé a sentir mucho frío.
La ley de Fourier fallaba contigo.