Naciste una noche de luna clara.
Me asomé de puntillas al brocal.
La luna me susurró:
has de arrojar el cordón,
la cuerda primera,
hasta la voz que te llama.
Y la lancé a tus manos
como quien lanza una flecha,
como quien lanza una flor.
Pero estaba oscuro ahí dentro
y la luna se movió,
centrando su luz en el hueco,
para que tú la agarraras.
(Fotograma: La infancia de Iván)
La bruja chapuzas
Mis pies crecieron más que los tuyos,
tanto que tuve que estirar, con la tiza azul,
los cuadros de la rayuela.
Ícaro creció y dejó de fabricar
alas ignífugas con las que burlar al sol.
alas ignífugas con las que burlar al sol.
Los nueves ya no garantizan
la visita de las musas,
ahora buscan cielos de nubes más altas.
la visita de las musas,
ahora buscan cielos de nubes más altas.
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