Digo la verdad a todas tus preguntas
como un testigo en un sumario
después del juramento.
La verdad mirándote a los ojos:
sí y no,
la verdad concisa,
sin quizá, sin no sé,
y a cada respuesta siento
como retuerzo el puñal,
superficie de agujeros el pecho,
y quiero salir de ahí
pero prosigues y observo
la sangre corriendo por mi cuerpo,
bajando hasta los pies.
Dices que me admiras.
Y yo te veo por primera vez.
Los amantes
Caminan ajenos al mundo,
remetidos por dentro del otro
sin poder descoserse el alma.
Bajo sus frentes bailan estrellas
que sobresalen de cuatro cielos
nocturnos y despejados,
sus cuerpos de miembros agónicos
dependen ahora de otros vasos
que transportan la sangre
de un corazón extraño.
Recien llegados de ellos,
recién nacidos
se devoran,
se inauguran
invictos.
Es un mundo extraño este
donde no encuentro mi sitio,
la torpeza y el descalabro
son el pan de cada día
y el encanto y el asombro
el elixir de algunas noches.
Y crea que el malvado no nació así
y el desconfiado tuvo sus motivos
y el envidioso un mal reparto en sus cartas,
y el enojado poco líquido amniótico
y el tramposo un mal maestro...
siempre llegará la noche
y podré asomarme al balcón
de cortinas abiertas y soñar
que es posible,
No es tanto el amor a los números, sino más bien un conjuro
para tocar el suelo, pero en ocasiones los antídotos se vuelven más fuertes que la enfermedad
y habré de vivir sin ellos.
Aunque me olvide la compra
Aunque me olvide la compra
sobre el techo del coche
y arranque y oiga un estrépito
de huevos al chocar contra el suelo,
y pierda las llaves y la cartera
y los papeles y la cabeza.
Y crea que el malvado no nació así
y el desconfiado tuvo sus motivos
y el envidioso un mal reparto en sus cartas,
y el enojado poco líquido amniótico
y el tramposo un mal maestro...
siempre llegará la noche
y podré asomarme al balcón
de cortinas abiertas y soñar
que es posible,
que aún es posible vivir.
Me dices que estoy enamorada
de algo que no existe,
que habito un país disperso
lleno de fantasía,
que navego en un barco sin rumbo
mecido por la marea
de un corazón obstinado y rebelde.
Me dices que no sé nada,
que los colores no existen más allá de los ojos,
que los ciegos no pueden ver,
ni imaginar el rojo si nunca han visto
como arde la llama, como se pone el sol,
me dices que regrese, que vuelva...
Mas yo creo que estoy regresando
a lo que siempre he sido.
Vuelvo a lo que soy:
inconcreta, inexacta, imperfecta,
pero libre.
de algo que no existe,
que habito un país disperso
lleno de fantasía,
que navego en un barco sin rumbo
mecido por la marea
de un corazón obstinado y rebelde.
Me dices que no sé nada,
que los colores no existen más allá de los ojos,
que los ciegos no pueden ver,
ni imaginar el rojo si nunca han visto
como arde la llama, como se pone el sol,
me dices que regrese, que vuelva...
Mas yo creo que estoy regresando
a lo que siempre he sido.
Vuelvo a lo que soy:
inconcreta, inexacta, imperfecta,
pero libre.
El grabador
Me ofrecí a ti como nunca
lo hice antes:
sin piel,
sin ojos,
sin manos,
sin extremidades.
Hacías incisiones
sobre un relieve
cuya matriz
sólo tú conocías.
Has grabado tu voz en ella.
Hoy soñé que era poeta
como quien sueña que hace
una visita a la luna,
sorprendida de tener el don
de ingravidez,
de poder hablar en el idioma
de un pájaro extraño,
y visitaba mi cuerpo
dormido en la cama
que sonreía ligeramente
viéndome/ viéndose flotar.
Quise decir al habitante de ese
mi cuerpo que todo estaba bien.
Ahora sé que me oyó:
fluyo en un papel aunque la tinta
termine borrándose...
Todo está muy bien.
como quien sueña que hace
una visita a la luna,
sorprendida de tener el don
de ingravidez,
de poder hablar en el idioma
de un pájaro extraño,
y visitaba mi cuerpo
dormido en la cama
que sonreía ligeramente
viéndome/ viéndose flotar.
Quise decir al habitante de ese
mi cuerpo que todo estaba bien.
Ahora sé que me oyó:
fluyo en un papel aunque la tinta
termine borrándose...
Todo está muy bien.
Acabas de verla y me has visto,
llena como tú de amor
y nadamos juntos a ella.
La luz que derrama sobre nuestros
cuerpos, el tuyo en mí
y tú vacío de ti conmigo,
el mío en ti y yo vacía de mi
contigo. Pero siendo más nosotros
que nunca.
Recuerda: un día te daré algo
de ti que olvidaste en mí.
Tú harás lo propio conmigo.
Y ya no seremos dos.
llena como tú de amor
y nadamos juntos a ella.
La luz que derrama sobre nuestros
cuerpos, el tuyo en mí
y tú vacío de ti conmigo,
el mío en ti y yo vacía de mi
contigo. Pero siendo más nosotros
que nunca.
Recuerda: un día te daré algo
de ti que olvidaste en mí.
Tú harás lo propio conmigo.
Y ya no seremos dos.
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