Tú no te encaramaste...

Tú no te encaramaste 
a un árbol como Cosimo,
en este baile de máscaras 
sobre máscaras
elegiste otro disfraz.
Era el tuyo muy pesado de llevar, 
te quedaba algo estrecho de mangas
y los zapatos apretaban:
te habían dado la llave 
de un vestuario equivocado. 
Pero a cambio, podías desoír las reglas 
de esta fiesta uniformada 
con total impunidad.

Soy una intrusa...

Soy una intrusa aqui.
Las perlas corren escaleras 
a
   b
      a
         j
           o
sus brillantes reflejos 
me despistan, sus ruidos 
al golpear la madera...
Todavía huelen a mar, 
palpitan en las manos 
de aquellos que entienden 
lo que les cuentan, pero en el fondo 
anhelan seguir envueltas 
en el suave manto 
de su madre, 
en la oscura 
y húmeda profundidad. 

Frío

Qué poco me importa
si la inclinación del eje
de la tierra determina
que es verano o primavera.
Es sólo después del amor
y mis huesos no tienen
donde guarecerse
cuando hace su aparición.
Áspero.
Tirano.
Burlón.

Lo que no hicimos...

Lo que no hicimos 
nos hizo 
en un lugar distinto, 
en un sitio sin memoria 
donde la pátina del tiempo 
no deja a la vista 
ningún corazón desconchado 
y todo lo no dicho hace el amor 
penetrando por rendijas donde 
la palabra se queda a puertas 
por exceso de aforo. 
Sin pactos en troncos huecos, 
ni condiciones de permanencia 
en sarcófagos numerados 
con portales de varias manos. 
Tú y yo lo sabemos. 
Lo que no hicimos 
nos hizo. 
En un lugar distinto. Pero seguimos 
como si nada hubiese sucedido.