Alicia


Tras el espejo no hay husos horarios,

 ni citas impostergables,

se adelgaza el vaho 

de los recados del cristal 

que, a veces, deforma

los relojes de cuerda prendidos 

de un chaleco que huye.

-“No voy a llegar a tiempo”-.

Pero no puedo quedarme:

alguien podría querer

cortarme la cabeza. 


Y ahora toca elegir.












Desbocada


Te quitaste el bocado 

cabeceando, 

libre la mandíbula 

de acero y hierro.


Creciste sin boca, 

con los ojos y tímpanos 

atentos a lo esencial: 

ver,

oír, 

callar. 



Alegoría de la templanza. Alonso Berruguete.
Museo Del Prado.


To be continued

Se busca a los inocentes, 

hazmerreíres que el sol 

elige para alumbrar,

a los que hacen crecer 

flores de las raíces de sus manos. 


Se huye de los descreídos 

que vuelven -¿de dónde, 

si siempre se va, se vuelve?-,

de los que dicen haber hecho

un surco en la hendidura de lo infinito.  


La poesía, si hay vida, 

como una película muda, 

                                         continuará…