Esperanza


Para AO

Cuando su padre, cuando su hermano,
cuando los soles y las lunas,
cuando el viento, cuando la lluvia
se teñían de oscuro,
volteaba entre sus manos
la casita entre los pinos.
Dentro del agua, detrás del cristal,
cada copo de nieve procuraba
un abrazo a su corazón.
Y a sus ojos volvía la luz
que nadie consiguió arrebatar.

Arden las islas,
arden los bosques
y los pájaros y los árboles,
arden las ilusiones,
y la flor pequeñita que sobrevivió
a la nieve del invierno,
aquella, de tres pétalos malvas,
que temblorosa sobre el blanco
se mecía para calentar tu corazón,
ella también arde...

Quise ser bailarina, pero mis huesos,
grandes, decidieron por mí.


Quise cantar a las estrellas, pero mi voz,
pequeña, no llegaba tan arriba.

Quise amar bien a mis hijos, pero
a veces los protegí demasiado. 

Quise alcanzar la visión, pero
sólo vi propagarse en la fractura
el origen del mundo,
el orden secreto de las cosas.