La bondad no tiene
quien la mire
pero se basta a sí misma.
La belleza precisa
de otro para ser:
¿Cómo entonces la bondad
puede ser belleza
sin juicio ni valor ajenos?
Sin embargo, nada hay más bello
que lo que no se sabe,
que lo que no se ve.
Presente del subjuntivo
del verbo Amar,
la expresión del deseo
más puro,
suele ir detrás de una palabra
árabe del mismo modo
pero distinto tiempo:
“Si Dios quisiera.”
Y quiso.
El diminutivo de mi ángel
de pelo blanco.