Si no llega el relámpago
que divida en dos el cielo
sobre mi frente, me falta
la sencilla modestia de la piedra,
su presencia tranquila.
Si me sobran, en cambio,
sus aristas cortantes, he de callar
un tiempo.
Reposar y sentir
que tal vez los rayos caen
sobre la humildad
de una muy tímida danza entre el ser
que soy con el ser que habla.
Siempre el ser que habla,intenta reflejar el ser que se es...pero las palabras suelen quedarse cortas...¡Un bellísimo poéma!!!🌷
ResponderEliminarAsí es, y no es fácil llegar a él. Y mucho menos desde la importancia que nos damos a veces; ahí se resiste entonces.
EliminarGracias por leer y por comentar. Ese ser te quiere mucho.
Yo creo que no... que sin ir más lejos en poemas como este (y tantos otros) se muestra quienes somos... pero yo soy un poco acémila, ya saben 😉
ResponderEliminarNo, no sabemos. No eres un poco acémila, sólo algo descreído para algunas cosas.
EliminarPero gracias por decir eso. Según usted, nos mostramos siempre como somos cuando
escribimos?? Podemos llegar siempre al ser que somos?
Mire, usted al menos lo intenta y eso se ve en sus poemas que, además de muy bien escritos, rebosan sinceridad... Tal vez usted crea que no siempre llega todo lo "al fondo" que le gustaría, pero créame que, donde llega es muy profundo.
EliminarPosiblemente es a través de lo que se escribe,cuando uno,aunque no quiera,se muestra tal como es..Si es sincero consigo mismo..🌷
ResponderEliminarDe eso se trata, pero no siempre se llega. O quizá es que los velos son tan sutiles que se nos aparecen como matices pero distorsionan...
EliminarPero es cierto, me conoces mucho más tú que mucha gente que me ve cada día...
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