Comí un melocotón,
me gustaban
y de repente no estaba.
Me vi conectada a miles de máquinas
y cuando abrí los ojos era Muhhamad Ali
después de una mala tarde en el ring.
Es tan fácil morirme.
Melocotones.
Con lo que me gustaban.
A veces sueño que voy al mercado
y compro tres.
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