No lo dudes,
hallaré el modo de subir a las alas
de esa pálida garza
que brilla esta noche de luna.
No temas por mí,
sabré distinguir de entre todas las manos,
aquellas que junto a las mías
deseen tallar la incertidumbre.
No ordenes que me encuentre,
busca el coraje
para plantear la pregunta
que aún no te formulaste.
Siempre hay preguntas que no queremos formularnos... quizá nos da miedo que tengan respuesta.
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