Devolviste el aire a mis manos
y a mis pechos regresó el dulce
amargo, y llovieron en mi pelo
raíces de árboles y flores
que querían retornar al bosque,
trasplantaste en la mueca
abismada de mis labios la sonrisa
y me dije para adentro:
ahora sí, parece que todo está bien.
Si todo está bien...como debe ser..y vos sembrados esa misma sensación en quien tiene el privilegio de leeros..🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷
ResponderEliminarSembrais...
ResponderEliminarEscribí esto para Jon, aunque en realidad sentí lo mismo cuando nació María.
EliminarEsa sensación tienes que tenerla tú multiplicada por infinito porque eres la madre de todas las madres...
Gracias por estar ahí.