Flechas romas violando
el aire. La mente traidora
ha dado la orden de ejecución.
¿Cómo burlarla?
Abro caminos y serpenteo,
me oculto bajo las ramas
y llego a un paraje extraño:
una caldera volcánica
con ardientes surcos
que lamen mis pies,
la mente se desintegra,
se pulverizan las piedras,
en su lugar plumas azules y verdes.
Paro y miro sin miedo quién soy:
¿la que lapida
o la que ampara?
¿soy ambas?
¿O ninguna?
Los buenos poetas...siempre amparan y siempre "son". 🌷
ResponderEliminarLas buenas personas siempre amparan. Eres un ángel y no lo digo por decir: lo eres de veras. Y amiga. Y poeta.
ResponderEliminarTe siento cerca y me hace bien. No sabes cuánto. 💜💜💜
💜
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