Que no nos consuman
las palabras ni estrangulen
sus tramposos hilos como aceros
que cortan la piel.
Espárcelas suaves,
indecisas pero abiertas
a tres, seis, nueve caminos...
Prolonga el deseo
más allá del deseo
para que no venza
ni aniquile al amor.
Siempre hacen trampas las palabras. Y los silencios. Precioso poema, Begoña.
ResponderEliminarSiempre hacen trampas las palabras. Y los silencios. Precioso poema, Begoña.
ResponderEliminarNo siempre hacen trampa las palabras...pása que a veces,se dicen fuera de tiempo...El tiempo es quien hace trampa...Precioso poéma
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