El norte
Es tan fácil perder
el norte.
Yo, que nací en él,
antes de venir al mundo
ya lo había perdido.
Porque en los genes
que se supone que somos,
había mucha transmutación,
mucho antepasado buscando
entre los restos del naufragio
la dichosa brújula desconchada.
¿Y ahora?
La proa, más menos que más,
ya sé dónde queda
pero no me quita el sueño.
Mi barco navega feliz
mecido por el canto del viento.
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