Desde mi balcón
veo a un niño pájaro
que mira la vida
a través de una red.
Le escucho por las mañanas
ululando a un pequeño palo,
que mueve veloz entre sus dedos
enclenques, tiernos.
Parece que nadie le entiende,
parece no querer entender,
parece, sin embargo, no estar solo,
parece que Dios juega con él.
Dios juega muy en serio con todos nosotros,pero especialmente con los niños.Y su juego es Amor...Si.
ResponderEliminarQué bonito eso que dices, Amelia.
EliminarCreo que se entretiene más con los niños y con adultos capaces de seguir jugando, pese a todo…
❤️
Debemos conservar siempre dentro el niño que fuimos..
ResponderEliminarEsa mirada que tienes, como entras en los demás... He visto a ese niño desde tu terraza!
ResponderEliminar