Las caderas se estrechan,
el vientre se redondea.
Hay que ajustar las cuerdas
de otra forma para afinarlo,
para que siga sonando.
Temía que se parara,
y, sin música, dejara de bailar,
pero el río no se ha secado,
sigue su curso
con el agua más mansa.
Pues que suene el instrumento, que chapoteen las cuerdas de forma mas serena.
ResponderEliminarLo intentaremos a ver si no desafina demasiado. Muchas gracias 😍😍😍
EliminarEi rio,como todo ser viviente pasa por diversas fases.pero nunca deja de sonar y de hacer soñar...
ResponderEliminarGracias por su poema precioO.
Gracias por tu existencia preciosa, Preciosa.
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