Tras el espejo no hay husos horarios,
ni citas impostergables,
se adelgaza el vaho
de los recados del cristal
que, a veces, deforma
los relojes de cuerda prendidos
de un chaleco que huye.
-“No voy a llegar a tiempo”-.
Pero no puedo quedarme:
alguien podría querer
cortarme la cabeza.
Y ahora toca elegir.
Nadie me espera detrás del espejo
ResponderEliminaratravieso su luz a grandes pasos
El silencio me llama por mi nombre
llevo un poeta,muerto
entre mis brazos..
Tu poema es precioso..El espejo,que es una criatura inútil y falsa.solo
refleja lo que queremos...
Tu poema sí es maravilloso, lo tenía guardado aquí!!! ❤️❤️❤️
EliminarAy, el espejo…
Gracias gracias gracias gracias siempre a ti, mi Amelia bonita.