Era un romántico y vivió como tal;
desprovisto de lo superfluo
pero llenos los bolsillos de su abrigo
de envoltorios de caramelos y sueños.

Era un romántico y murió como tal;
en una librería, con una mano
sobre el tomo de un libro de poemas
de Goethe: “La vida es buena”.

5 comentarios:

  1. Y tenia razón y tuvo la suerte infinita,de enterarse a tiempo.Es un gran poeme.

    ResponderEliminar
  2. Otros moriremos agarrando muy fuerte “Para no contar”. Gracias por tan bello poema.

    ResponderEliminar
  3. Eso digo yo... ¿quién soy?

    ResponderEliminar