Se ha quemado la muñeca,
la acerqué demasiado al fuego
y ahora no puede escribir
porque es diestra por imperativo.
¡Escribe!, ordeno a la muñeca
pero ella se niega a obedecer.
Y se vuelve de arena para dormir
junto al mar y, hecha de granos
disuelta en la orilla, siente
la acometida de las olas
y el vaivén de una música
que nada ordena,
esa sí la invita a cantar.


3 comentarios:

  1. Precioso poéma..precioso..La muñeca es poeta...razón por la que se niega a escribir por imperativo...🌷🌷🌷🌷

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  2. La muñeca es poéta y libre...por eso se niega a escribir por imperativo..!
    Un maravilloso poema.🌷🌷🌷🌷

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