Agonía de un taxista



Conduces desde tu cama sobre las colinas, apenas puedes levantar los brazos para manejar tu volante imaginario cuando salen volando todos los sueros mientras esquivas un gato en una curva. Atiendes como puedes las llamadas de las señoras que salen del club de golf y cuando te vence el sueño cedes tu precioso volante a ella.
Sólo a ella.
Y ella dobla sus manos con cuidado haciendo un círculo perfecto.
Conduce tu delirio hasta el final.




2 comentarios:

  1. Un poéma precioso...Una hermosa perla esconde en su profundidad..
    🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷

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