Deseo sostener toda la dicha
y toda la tristeza del mundo:
sintonizar con ellas desde esta pequeña isla,
darlas a conocer como un simple
transmisor de lo que vive,
de lo que sufre, de lo que muere,
de lo que ama.
No crear nada, sino hacer partícipe
de la maravilla de ser no siendo
más que todo lo que percibo:
el instante desnudo y único
de una flor al nacer, de un solitario árbol
recreándose en su inmensidad,
de la roca que cobija y espera,
de los primeros y tibios
pasos del niño, de los ojos del anciano
llenos de mundos que fueron
y poder decirles que todavía
son, serán...
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“Transmitiendo” lo que vive, ya está creando: un bello poema, en este caso. 😍😘
ResponderEliminarMuchas gracias, Santi. Un abrazo grande!!!
EliminarLos ojos de ésta anciana...son todavía capaces de ver la belleza...y saborear la..con tu maravilloso poéma.Gracias mil 💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜
ResponderEliminarEsos ojos tan llenos de vida que tienes... Hablas tanto con ellos!!! Y todo lo que dicen es hermoso...
EliminarGanas de verlos de nuevo!!!💜💜💜