No trates de dar la vuelta
a todo aquello que digo.
Partes de otra piel
y no llegas al mismo sitio.
Aún no sabes
que no es mi deseo llegar
ni mover las palabras
como aspas de molino.
A las luciérnagas los celos
las pintan pardas
y parecen cochinillas.
Y entonces no pueden volar.
Ni tan siquiera alumbrar.
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