Dos niños perdidos

 


Quisimos abrir, sin cortar,

los alambres del corazón,

quisimos mover, sin levantar polvo, 

los escombros en el alma.

Caricias con las que alicatar

los espacios rugosos, 

palabras con las que cubrirlos

de mosaicos azules y malvas. 

Se nos olvidó limpiar 

antes de acometer la obra. 

Y la malla. Para saltar. 

4 comentarios:

  1. "Hay que espabilarse, si eres trapecista, y saltar sin red..." Pero, claro, eso da miedo.
    Gran poema.

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  2. Si, o volar más bien…
    La malla también sirve para fijar el alicatado😌
    Muchas gracias.

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  3. Sé tú. No trates de encajar en ningún sitio.
    Tú con tus rizos al viento, con tus cejas salvajes, con tus manos cortadas por las cuerdas de tus caballos amados.
    Tú está mejor que bien.

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  4. Alambre y más alambres, porque la razón están rígida? Porque no se buscan las líneas tiernas del amor?

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