Aún sigues existiendo,
te plantas en mi rellano
con tu pequeña maleta de viaje,
a medio hacer de tu último sueño.
No titubeas, como otros, en el umbral:
primero salta tu corazón,
siempre llega el primero,
después, el resto de órganos:
la garganta, el cerebro, los genitales...
Y empiezan a encenderse, una a una,
las luces de las aristas y los vértices
que nos conforman.
Te miro y sé, que aún no me he muerto.
Esos grafos son analogías y metáforas de la sinapsis neuronal que se dibujan en la piel del corazón.
ResponderEliminarSolo en la piel del corazón se dibuja lo que no se puede borrar. Y es un consuelo acudir a ese cobijo cuando lo necesitas.
EliminarUn poema maravilloso!!El amor,el amor,el amor...y así hasta el infinito...🌹🌹🌹🌹
ResponderEliminarTú eres eso: amor infinito.
EliminarTe quiero infinito más quince.
¿Y dónde va el amor si no tiene "dueño"? ¿Dónde está?
ResponderEliminar"El amor mismo..."
https://youtu.be/Z0lZsyH1Abk
El amor no puede tener dueño ni siquiera “dueño”.
EliminarS abrimos la casa y las ventanas y todas las puertas el amor crecerá. El amor mismo.