Alergia o Alegría
Esa r, antes de dar el salto, somete al cuerpo al error, al más fatídico: lo pone a la defensiva atacando a un enemigo que no existe y en esa lucha ficticia uno puede morir,
como un Quijote embistiendo contra gigantes de manos atroces.
El cuerpo ha declarado la guerra de forma unilateral
y, en esto, sólo manda él.
No se lo tengo en cuenta, al fin y al cabo mi alma
ha declarado el amor de la misma manera y con idéntica obstinación.
No puedo comer la fruta que amo,
pero puedo amarla hoy más que nunca
en tanto me ha sido negada.
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En el amor,es cierto que hay diversas formas de comer la fruta..solo hace falta el deseo.
ResponderEliminarMaravilloso poema.🌹🌹🌹🌹🌹🌹
y una de ellas es no poder comerla...
EliminarMaravillosa tu ternura e inteligencia, Amelia.❤️