Gracias



No interrogo a aquel árbol que me acuna,
dejo que me acaricien sus caminos
y no temo su fuerza ni su altura.
No siento envidia si el sol siempre elige
su hermosa copa para descansar.
Recuerdo hoy lo que un día me dijiste:
todo aquello que brilla es porque es único.



Perfecto endecasílabo que conviene no olvidar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario