Cruel destino el de la gallina ponedora:
paciente dará calor una y otra vez
a un huevo que le será robado.
Sin gallo al que adorar,
sin polluelo al que cuidar.
Es menos triste el destino de la araña
que vive en la esquina del techo
junto a un ventanal.
Todos ponemos el amor que nos roba la muerte...las ilusiones que nos roba la vida...y se supone que a más a más,somos pensantes...Aunque tal vez,también la gallina
ResponderEliminarCada poema es un regalo de la vida,María bonita.Gracias.🌹🌹🌹
Que sea el amor el que sobreviva a la muerte y las ilusiones que nunca pueda aniquilar la vida y si lo intentan las circunstancias, cambiémoslas, y si no cambian, busquemos otras...
ResponderEliminarEso me lo enseñó un pajarito al que le gustaba escribir, pero dejaba sus poemas escondidos entre los libros.
Por otro lado, ojalá pensaran y se liaran a picotazos☺️☺️☺️