Mis caderas se estrechan,
mi vientre se redondea.
El fruto que es mi cuerpo
cambia, pero no sucede nada.
Hay que volver a ajustar las cuerdas
para afinarlo, para que siga sonando.
Temía que se parara,
que dejara de bailar,
pero el río sigue su curso
al ritmo establecido.
Temía que se parara,
que dejara de bailar,
pero el río sigue su curso
al ritmo establecido.
El río...que sigue su curso pero cambia su música..¡como la vida..!
ResponderEliminarCambia la música, Amelia, pero seguimos bailando.
EliminarGracias por seguir aquí, gracias por todo, querida amiga. ❤️❤️❤️
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