Estoy en un banquillo
sin saber de qué se me acusa.
Señalan un corazón de barro
sobre la mesa de las pruebas
y me preguntan si lo reconozco.
Y niego con la cabeza.
Traen otro de piedra
y después otro de arena.
La mesa se llena de corazones
negados. No laten.
Quietos. Tristes. Ásperos.
No los reconozco.

5 comentarios:

  1. ...Un millón de silencios rojos te delatan, tu corazón es el de una poetisa que grita sentimientos, que siente y deja sentir, es evidente que no los reconoces...<3

    ResponderEliminar
  2. Faltó que te llevaran el mio...Tu lo habrias conocido.Y él tambien ❤❤❤❤

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El tuyo baila y vuela, no está sobre una mesa...
      Y es enorme. ❤️

      Eliminar
  3. Bego-a, las mujeres que escriben así son bombas atómicas...

    ResponderEliminar