De mil maneras distintas
nos lo hemos dicho.
Con cuidado
palpábamos el terreno
con un palo
para evitar la mordedura.
Pero es demasiado tarde
para ambos:
se ha inoculado el veneno.
¿Y de qué sirve este amor
si no puedo escanciarlo?










4 comentarios:

  1. Precioso poema, María... precioso ��

    ResponderEliminar
  2. Una belleza,como su autora.
    🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por ver lo que yo no veo. Y por no dejar que me pierda 🌸🌺🌼🌺🌹🍀

      Eliminar