Sombra


Mi sombra está quieta.
Sigue esperando en la orilla,
los peces la esquivan
como si la vieran,
los corales forman alrededor
de ella una figura
circular.
Inmóvil espera.
En sus pies
cruje la arena, se mueve
como una anguila escurridiza
que trepa y llega
hasta su boca:
“que la palabra
se engarce
en tu lengua, que la invoque,
que la mueva.
Que resuenen las letras
en un torrente
de sonidos más densos,
que salpiquen sus aguas
y te hundas en ellas,
que borren la línea de salida
y disuelvan con tu voz
la meta.”

1 comentario:

  1. Magnífico María. .!!Que tu "voz" no se disuelva núnca...es tu música.

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