Ya pensaré mañana

Centrifugamos sus pensamientos 
a una velocidad moderada 
para que en el proceso 
no pierda todas sus facultades.
Es gradual el aborregamiento, 
nadie lo notará:
ni sus colegas, ni su compañero de cama,
ni sus hijos, pero a la larga 
usted mismo advertirá 
que ya nada es igual. 
Qué dicha sentirá, 
qué alegría ser normal
y caminar dentro de la vereda
como otro cordero más. 

Ya sabe:
Para ser feliz tómese
una de estas por la mañana
al levantarse y otra al acostarse
y puede hacer suyo el lema
de esa conocida actriz inglesa:
" ya pensaré mañana".





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